Básicamente las guerras y los conflictos quedan atrás en
el momento que el hombre comprende la igualdad proclamada en los Derechos
Humanos, es decir, no se vive en una relación: amo - esclavo, relación característica
de la sociedad clasista, sino que se vive libre, en una sociedad libre democrática
y liberal.
Las naciones hoy comprenden el costo de una guerra y por
ello en los países industrializados, liberales y democráticos sus ciudadanos
protesta contra la guerra. No tanto por sus costos, sino porque en estas
sociedades el hombre ha suprimido su deseo de lucha. Está ocupado trabajando
para conseguir lo que le garantiza la supervivencia económica y toda su energía
se va en ello, vive en constante
competencia.
Por tal razón, en países desarrollados toda guerra iniciada
por sus gobernantes es criticada. El ciudadano marcha contra la guerra.
En este momento histórico, la humanidad ha comprendido que se progresa
con racionalidad e inteligencia, los estados ganan porque ya no se maneja el
trinomio: tierra- población- recursos naturales, ahora es: tecnología - trabajo
racional y educación. Un ejemplo de ello, son los países llamados Tigres asiáticos
(países industriales localizados en Asia: Corea del Sur, Hong Kong, Singapur y
Taiwán).
Los grupos dispuestos para entrar en contienda son aquellos
anclados en el culto al tótem, la bandera y la patria. Ubicados en países
subdesarrollados o en ‘ghetos’ o grupos ‘tribales’o marginales de los países desarrollados.
El fanático en vez de limpiar su propio corazón trata de limpiar
el mundo contra todo aquel que es diferente a sus creencias, a su tribu, a su religión,
a su nación, a su clase. Perpetrando la guerra contra paganos, bárbaros y
extraños que ocupan la posición de vecino.
El binomio gobierno – religión se impone, en países subdesarrollados,
avanzando unidos. El discurso religioso y político tiene un punto en común: el Tótem.
Para los grupos religiosos la adoración al tótem desconoce
los demás credos y su más ferviente anhelo es averiguar quién de nosotros (de
todos los credos) es el que el Padre Prefiere. La religión hace una regresión
del ser humano a la niñez: si te portas bien el padre te elegirá, sino te
castigara.
En política se actúa con el mismo principio infantil: el
elegido será aquel que el Padre designe para representarnos, con la diferencia que
en la región el tótem es invisible. En política,no, en política el tótem se ha
hecho ‘verbo’, es decir carne y hueso, cautivando y fascinando,por igual, a fanáticos religiosos y políticos.
En países subdesarrollados la unión del binomio gobierno-religión es indisoluble y perdura por la eternidad; la religión siempre estará dispuesta a aliarse con el sucesor totémico de la política, recordemos que en política se ha hecho carne y tarde o temprano desaparecerá para dar paso a un nuevo ‘Padre’ político o mejor, tótem.
Finalizo con un himno que me gusta: “Colombia, tierra querida. Himno de fe y alegría…tu suelo es una oración y es un canto de la vida
Cantando, cantando yo viviré Colombia tierra querida
Cantando, cantando yo viviré Colombia tierra querida…”
Agradezco que resaltes la característica de la sociedad clasista en que vivimos, ya que se vive libre, la sociedad democrática y liberal.
ResponderEliminarPor tal razón, los países desarrollados sus guerras inician por sus gobernantes ya que es criticada. El ciudadano marcha contra la guerra y la humanidad ha comprendido que se progresa con racionalidad e inteligencia, mientras tanto los estados ganan ahora en tecnología - trabajo racional y educación, y no se gana en trinomio: tierra- población- recursos naturales.
Felicitaciones tutor.