Cuando somos niños aprendemos de nuestros padres como es el mundo, según la experiencia vivida por cada uno de ellos. En la novela, la Encantadora de Florencia, tres personajes, le enseñaran tres versiones y visiones objetivas y subjetivas de sus vidas.
Verdad versus la mentira, autentico versus falso. En la Encantadora de Florencia, tres personajes: Akbar el Grande emperador del imperio Mogol entre los años 1519 a 1605, Mogol del amor y la princesa oculta Qara Köz,descendiente directa de Genghis Kan, le volverán a mostrar el niño que llevamos dentro para maravillarlo con cada narración, descripción de hechos históricos y fastuosos palacios.
Mogol del amor, avanza hacia la imponente ciudad Fatehpur Sikri, en la India, el imperio de Akbar el grande, Mogol del amor, avanza en un carruaje tirado por bueyes, la imponente figura de un hombre cubierto con un abrigo de rombos multicolores, un hombre que lleva consigo un secreto digno de los oídos de un emperador. Capaz de soñar en diversas lenguas adquiridas en la mar de la misma manera como los marineros adquieren la sífilis o el escorbuto.
Una princesa imaginaria habita en palacio, hace el amor con el emperador y dicta órdenes a sus súbditos.
Salman Rushdie, nos plantea en cada página de esta novela una o varias preguntas constantes. ¿Qué es real y qué es falso?¿Que determina esto?. Rushdie, toma la historia como fuente y referente y nos enmarca la fundación de la India, entre 1501 y 1585, y no se equivoca al mostrarnos lo maravilloso de la cultura india en sus creencias religiosas, políticas y sociales.
Y como si fuese un mantra perfecto nos revela a través de los personajes en una frase el sentir de la India, en el imperio Mogol: “la maldición de la humanidad es que nos parecemos todos demasiado”.
La capacidad narrativa de Rushdie, nos hace ver el contraste de lo mágico y real entre dos culturas: occidente en la ciudad de Florencia y oriente en la India.
Leer esta novela es evocar la magia de los relatos de las mil y una noche.
Autor: Salman Rushdie
Editorial: Mondadori
Páginas 332.
