viernes, 12 de abril de 2013

Existen dos actos de vida que no se pueden cambiar: el pasado y el futuro


Hace algunos días, asistí al funeral de un familiar. Mi padre viajo desde la provincia a Bogotá y, claro, lo acompañe. Mi padre es un hombre de 74 años de edad, fue muy grato verlo saludar a familiares que hacía más de 10 años no veía.

De mi parte,  recordé y recordaron  mi infancia. Intercambiamos números telefónicos y hubo abrazos de alegría por el reencuentro.

Es curioso que la muerte sea el motivo de volver a ver  parte de la familia, pero la vida y la muerte son motivos para el reencuentro, yo diría que esta última es capaz de convocar con mayor rapidez y diligencia.

 En el cementerio los llantos no se hicieron esperar Las palas de los sepultureros empezaron su trabajo, mientras la tierra cubría lo inevitable reflexione por un momento acerca del acto de perder.

Cada uno de nosotros sufre muchas pérdidas en la vida. Y desaparecen de nuestras vidas personas que conocimos, bien sea porque se alejan o mueren. Sin embargo, siempre, siempre lo mejor está por llegar.

Aunque asimilar la muerte de un ser querido no es una decisión sino un proceso constante donde los recuerdos con el transcurrir del tiempo no deben generar dolor.  Superar la perdida se puede  lograr si tomamos la decisión de vivir desde el presente y no quedar atrapados en el recuerdo doloroso.

Existen dos actos de vida que no se pueden cambiar:
1.       El pasado
2.       El futuro

¿Qué pasa si dejamos de centrarnos en el pasado  y nos centramos en el presente?  Ocurre que el presente lo podemos transformar y desde este podemos construir el futuro.

Entonces, debemos aprender y asimilar las pérdidas. Caminar en el presente es la mejor manera de avanzar por la vida.

Catoblepas, lo leen en muchas partes del mundo, me gustaría saber ¿qué piensa usted ? apreciado lector de los textos publicados en este blog. Hagamelo saber dejando sus comentarios o si quiere envíeme un mensaje de voz a través del mensajero de voz ubicado en la parte lateral derecha.

La imagen es tomada de google.