sábado, 7 de agosto de 2010

Riqueza del mundo, pobreza de las naciones

Buen ensayo para el mes de agosto: no son los discursos los que aseguran el desarrollo de Colombia, son los ingresos que los ciudadanos obtiene para vivir, los que marcan la diferencia, el ‘poder adquisitivo’, dirá mi amigo el economista. He aquí un libro fácil de digerir que aporta mucho análisis y reflexión a la realidad colombiana.

¿Qué puede mediar entre la riqueza del mundo y la pobreza de las naciones? El autor indaga entre dos extremos para recorrer la historia y evolución de teorías que aparecen en cada momento explicando la brecha que separa a ricos y pobres.

La globalización –escribe Cohen- no es la gran ramera por la cual habría que aceptar las transformaciones, el cambio no es una opción es una situación que ocurre en todos los oficios, en todas las tareas, en todos los trabajos, estén en contacto o no con la economía mundial.

“El bien estar de los países no se mide por la riqueza del stock de oro acumulado, sino por el trabajo de sus habitantes”, el capital es la gente, la mano de obra calificada y cualificada para emplearse mejor.

En efecto, ya no debo temer que la competencia extranjera robe mi “tesoro”, porque mi tesoro es mi trabajo, y nadie puede quitármelo –dice el autor-, y además tengo la absoluta libertad de destinarlo a las tareas que más lo valoricen. Teoría conocida como las ventajas comparativas.

Las desigualdades al interior de cada grupo sociocultural por obtener un mejor trabajo obliga a capacitarnos, especializarnos, obtener conocimiento certificado- léase diploma del Sena y de ahí hacia arriba-. Estas son las reglas que aseguren el éxito o el fracaso de una nación y su colectividad. La transformación de los países ricos se da por la ‘profesionalización’ de las tareas de producción.

Leer este libro permite al lector tener una panorámica de su situación y compromiso para generar desarrollo, progreso, y, los más importante; capital humano.

Titulo: Riqueza del mundo, pobreza de las naciones

Autor: Daniel Cohen

Editorial: Fondo de Cultura Económica, 1998

Páginas: 142