viernes, 18 de septiembre de 2015

De la requisa a un carpintero que se volvió noticia y tendencia en las redes sociales


El vídeo en el que se ve a Carlos Alberto Angulo Góngora, esgrimiendo, con rabia, argumentos en contra de una requisa policial, en el centro de la ciudad de Bogotá, lo catapulto a la fama de los muros en la red social Facebook e incluso fue tema de noticia en los principales medios de comunicación.

Góngora,  paso de  ser un carpintero anónimo a ser noticia de interés, gracias a un vídeo grabado por una transeúnte que se detuvo ante las voces de indignación de este afrodescendiente.

 “…Por eso es que estoy piedro…porque voy a trabajar y me estás haciendo perder tiempo. Porque vos me pones problema aquí y el patrón por llegar tarde. Es por eso, que estoy piedro. ¿y por qué  a ellos no los requisas?, porque ellos son blancos…” 

Una vez más, se demuestra el poder que tienen los ciudadanos al utilizar los recursos tecnológicos, de la web 2.0, para mostrar acontecimientos que, de otra manera, pasarían desapercibidos.

Carlos Alberto Angulo Góngora, más que reclamar por la requisa, a la cual estamos expuestos como ciudadanos y desconocemos hasta qué punto puede ser legal o ilegal el procedimiento,  reclamaba su derecho a ser tratado con dignidad y respeto.

Así lo evidencia el relato que logro el sitio web las dos orillas:
“—Negro, una requisa.
—No acepto que me llame así.
—Una requisa por la buena o por la mala.
—Si es con esos términos toca a la mala.
—Lo que pasa es que ustedes se ofenden porque uno les dice así.
—Entonces por qué no me dice caballero, joven, señor como a cualquier ciudadano…”

Los derechos se reclaman y se ejercen, de lo contrario se pierden.

Angulo, ejerció su derecho al respeto, la dignidad, la igualdad y  la protesta, por fortuna, la indiferencia en este episodio estuvo ausente y ha permitido diversas reflexiones.

Lo verdaderamente importante es analizar como cuando se cambia el madrazo y el irrespeto hacia la autoridad y se reclaman los derechos con argumentos, estos, permiten que la balanza se ponga a favor y la autoridad se cuestione. En una sociedad donde la voz se alza para callar al otro, para aplastarlo, para silenciarlo con discursos cargados de improperios y palabras soeces dignas de incapaces mentales.

La capacidad de grabar vídeo y subirlo de inmediato a la web para mostrar hechos, como este, demuestra que si los ciudadanos quieren; pueden, utilizando la tecnología como medio, presionar cambios sociales, ser oídos y no limitarse a ser entes pasivos que solo reciben información, en muchos casos, irrelevante o de poca importancia.