La casa del silencio del
premio nobel Turco, Orhan Pamuk, plantea la convivencia entre
dos mundos: el premoderno y el moderno.
La valía de la religión, las
creencias, las costumbres y las tradiciones familiares de crianza de Fatma,
educada con principios y valores del puritanismo se casa con un joven, Sadam,
que representa la modernidad: el desarraigo de las tradiciones, el libre
pensamiento, la ciencia como eje central de la vida.
La novela inicia con Fatma, anciana, esperando la visita de los nietos en una inmensa casa cuyo mayordomo
es el enano Recep.
Sadam, ha muerto. La novela, en
las primeras páginas, centra la atención en la personalidad del enano Recep y
de Fatma encerrada en su habitación viviendo de los malos recuerdos de su matrimonio.
Las joyas de Fatma, regalo de
su familia, y de las que tuvo que desprenderse para sostener el hogar y matrimonio son una constante del recuerdo a lo largo de la novela.
Los nietos que finalmente
llegan, llegan con las costumbres de la modernidad a una casa donde la abuela
convive con el pasado, con los recuerdos, los odios y rencores causa de la
imposibilidad de entender las acciones y pensamientos de un demonio de marido
anclado a la modernidad.
La novela se matiza con las
voces, acciones y relatos que cada uno de los personajes muestra: Faruk, Recep,
Fatma, Sadam y Metin presentan al lector la Turquia, de los
utranacionalismos y las tradiciones. La Turquia de los jóvenes que apropian y
viven con la cultura norteamericana.
Fatma, esboza con sus palabras, pensamientos y acciones las razones del choque de dos culturas que se niegan a dialogar.
Occidente quiere imponerse a Oriente desconociendo la importancia de las tradiciones culturales del mundo oriental.
Fatma, esboza con sus palabras, pensamientos y acciones las razones del choque de dos culturas que se niegan a dialogar.
Occidente quiere imponerse a Oriente desconociendo la importancia de las tradiciones culturales del mundo oriental.
Los secretos familiares se van
develando. El enano Recep y su hermano Celatim, son hijos bastardos de Sadam fruto
de la relación con la criada enana que llega a servir a la casa.
Fatma ha sido testiga de como su
esposo alcohólico y de profesión medico durante su vida a intentado escribir una enciclopedia
para ilustrar al mundo oriental acerca del conocimiento que posee el mundo
occidental.
El menosprecio de Sadam por las tradiciones turcas considerando ignorantes a los turcos hace que Fatma viva en su propia casa como un fantasma, asumiendo el papel de mujer sumisa para el cual fue educada.
El menosprecio de Sadam por las tradiciones turcas considerando ignorantes a los turcos hace que Fatma viva en su propia casa como un fantasma, asumiendo el papel de mujer sumisa para el cual fue educada.
“¡Dios es solo una idea con la
que juega la metafísica! Así pues, en nuestro mundo de peras y manzanas y
Fatmas, lamentablemente, no hay lugar para Dios…Ja, ja,ja ¿Entiendes Fatma? ¡tú
Dios no existe ¡”
El menosprecio de Fatma por
las creencias modernas del esposo hace que su hijo no tenga una idea de quién o
qué pensaba su padre, pues Fatma quema la amenaza moderna de conocimiento considerada obra del demonio.
“Empuje lentamente la puerta y
los ví, tirados por todos lados, tumbados insolentes en las mesas, sobre los
sillones y las sillas, en las baldas de los armarios, en los cajones, sobre los
libros y dentro de ellos, en el suelo, en las ventanas: papeles y más papeles,
papeles escritos, con dibujos, montones de papeles. Abrí la enorme portezuela
de la estufa negra y comencé a apretarlos en su interior”
Orhan Pamuk, amado y odiado
por sus conciudadanos Turcos presenta desde una crónica familiar los cambios y
transformaciones que sufre el encuentro entre dos mundos con creencias
religiosas distintas, con costumbres culturales que solo pueden ser asimiladas
si se toma la molestia de documentarse, aprender al respecto, para entender desde dónde
habla el otro, los otros.
La casa del silencio es una hermosa
novela recomendada para quienes quieran entender la premodernidad en que habita oriente. La novela permite deleitarnos con párrafos muy poéticos:
“Luego abríamos la ventana
para que entrara el aire puro y se fuera el viciado, para que se alargaran
hasta el interior de la habitación las ramas verdes del jardín de Nisantasi y
salieran mis sueños. Porque a veces, después de despertarme me daba la impresión
de que mi sueño seguía fluyendo por sí solo a partir de donde nos habíamos separado.
Quizá ocurra lo mismo al morir: mis pensamientos vagan por la habitación, dan
vueltas arrastrándose por el interior de mis cosas , entre las contraventanas
fuertemente cerradas y por la superficie de mi cama, de las paredes y del techo
y cuando alguien entreabra la puerta le parecerá ver en el aire la sombra de mi
pensamiento”
Titulo: La Casa del Silencio
Autor: Orhan Pamuk
Editorial:De Bolsillo
Páginas: 378
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