Las Wire- girls: Vania, Jess y Cyrille. De la vida y obra de Jess y Cyrille, la novela nos da cuenta de manera inmediata: ambas han muerto, Jess de una sobredosis y Cyrille se suicida al enterarse que tiene sida.
Es Vania el personaje sobre el cual, Jon, deberá indagar para dar con su paradero pues se desconoce si está viva o muerta. Vania desapareció del mundo del modelaje. Jon tiene la misión de escudriñar el pasado y presente de las personas que rodearon a las Wire- girls para escribir el articulo para Zonas Interiores.
La escritura de la novela en los primeros capítulos, los cuales son muy cortos, 4 o 5 páginas, son un tanto flojos para mi gusto. Pareciera que su autor, Jordi Sierra I Fabra, estuviera haciendo un ejercicio de escritura, se notan las costuras narrativas. Esto último, me gusto pues se aprende a escribir novela, observando esos remiendos.
La fuerza narrativa inicia en el capítulo XV, de ahí en adelante, la novela cobra vida, avanzan los hechos, empieza a coger cuerpo la investigación, Jon, debe viajar a entrevistarse con personajes que hicieron parte de la vida de las Wire girls: Barcelona, Madrid, París, New York, Los Ángeles, San Francisco y Oranjestad, capital de Aruba.
Antes de sus viajes nuestro protagonista conoce a Sofia, modelo a quien conoce en una de sus pesquisas, esto le da a la novela oxígeno, un respiro en la narración, impidiendo caiga la narración en el mundo de un protagonista sin vida propia.
El final de las Chicas de Alambre es rápido, las conclusiones logradas muestran un final no esperado, pero del cual se pudo construir un poco más de ingredientes narrativos.
Recomiendo las Chicas de Alambre si usted es de esos lectores que disfruta de capítulos cortos y desea algún día escribir sus propios relatos, en esta novela si aguza el sentido narrativo podrá ver las costuras y aprender mucho, mucho del acto de hilvanar relatos novelescos.
Título: Las Chicas de Alambre
Autor: Jordi Sierra i Fabra
Año de publicación: 1999
Número de páginas: 216
Editorial: Alfaguara